lunes, 24 de septiembre de 2012

BIBLIOGRAFIA COMENTADA PARA UN ESTUDIO SOBRE HEREDARÁS UN MAR QUE NO CONOCES Y LENGUAS QUE NO SABES, NOVELA DE ALFONSO BARRERA VALVERDE




Textos novelísticos del autor



Barrera Valverde, Alfonso, Dos muertes en una vida, Madrid, Espasa Calpe, 1980.

Es la primera novela de Barrera, en ésta se cuenta la historia de un joven –Juan Hiedra- que deja el campo para ir a estudiar a la ciudad. Se pierde, muere, su madre lo busca con ayuda del narrador, un intelectual. Es útil para mi trabajo por la similitud entre Juan Hiedra y los hijos de Mama Zoila, protagonista de Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes; además, los dos narradores en ambas novelas tienen una similitud útil para el análisis.

Barrera Valverde, Alfonso, El país de Manuelito, Quito, Ed. El Conejo, 1984.

Es un relato infantil sobre el viaje que hace un niño, Manuelito, por el Ecuador. Siendo una obra de Barrera con un protagonista mestizo, interesa a mi trabajo.

Barrera Valverde, Alfonso, Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes, Quito, Libresa, 1993.

Es la mejor novela de Barrera, es compleja y tiene una gran calidad artística. Interesantemente, al buscar bibliografía sobre ella, encontré muy poca, lo que justifica un trabajo de investigación sobre esta obra. Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes interesa, además, por estar entre dos promociones de novelistas, los del 30 y los de la Nueva Narrativa Ecuatoriana de los años 70.

Barrera Valverde, Alfonso, Sancho Panza en América, Quito, Alfaguara, 2005.

Es la última novela de Barrera, una suerte de palimpsesto de El Quijote con un Sancho que deambula por nuestro Quito. Hay una parentesco interesante entre esta novela y Los capítulos que se le olvidaron a Cervantes. Me interesa, sobre todo, por el espacio en que se desarrolla: los barrios populares de Quito, los de Mama Zoila.


Estudios sobre la obra del autor

Aguilar M., Luis, A., “Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes” de Alfonso Barrera Valverde en el contexto de la novela de los andes de los 80”, en Kipus, Nº 14, Quito, Uasb-CEN, 2002.

En este artículo, Aguilar interpreta la novela desde una triple perspectiva: la identidad, la cotidianidad y lo telúrico. Sobre esos núcleos desarrolla el análisis valiéndose de los componentes narrativos del relato, sobre todo de los personajes y sus acciones.

Donoso Pareja, Miguel, “Las vidas y las muertes de Juan Hiedra”, en Novelas breves del Ecuador, Quito, Ed. El Conejo, 2008.

Este ensayo, parte de un libro sobre novelas breves ecuatoriana,se centra en el personaje protagonista del relato de Barrera, Dos muertes en una vida. Es útil al propósito de este trabajo por las similitudes de Juan Hiedra y los hijos de Mama Zolla: desarraigados y trágicos.

Hartley, Jennifer, Ideología y narración en Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes” de Alfonso Barrera Valverde, Ottawa, Universidad de Ottawa, 1995. Tesis de Maestría.

Esta tesis analiza la novela desde una perspectiva político-ideológica encontrando en ella una crítica de los fundamentos sociales sobre los que, históricamente, la sociedad ecuatoriana está levantada. Metodológicamente, hace énfasis en el estatus del narrador como punto de vista desde el que se hace esa crítica social.

Martínez, Ruiz, Florencio, “Introducción” a Barrera Valverde, Alfonso, Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes, Madrid, Espasa Calpe, 1980.

Este texto, bastante corto, muestra la percepción que desde fuera, España, concretamente, tuvieron sobre la novela de Barrera, percepción que podríamos describir con cuatro palabras: Magia, crítica social y subdesarrollo.


Tinajero, Fernando, “Estudio Introductorio” en Barrera Valverde, Alfonso, Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes, Quito, Libresa, 1993.

Es un estudio muy inteligente, hace énfasis en dos aspectos de la novela de Barrera: el lenguaje que utiliza, más allá de la historia que cuenta, y la nostalgia de un vivir pre-moderno.

Textos sobre el período de publicación de la novela estudiada

Ortega, Alicia, “La novela en el período”, en en Ortega, Alicia, coord., Historia de las literaturas del Ecuador, Vol. 7, Quito, Uasb-CEN, 2002.

Es un texto panorámico que muestra las principales novelas del período 1960 – 2000 agrupadas por década y por criterios temáticos como la mujer, la ciudad, lo erótico. No menciona Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes, lo que la hace más interesante aún.

Regalado, Juan F., “Historia y sociedad en el período” en Ortega, Alicia, coord., Historia de las literaturas del Ecuador, Vol. 7, Quito, Uasb-CEN, 2002.
Es un buen articulo de contexto histórico, social y económico. A éste, y con similar propósito, se añadirá el volumen 10 y el 11 de la Nueva Historia del Ecuador

Rodríguez Castelo, Hernán, y otros, La literatura ecuatoriana en los últimos 30 años (1950 – 1980), Quito, Ed. El Conejo, 1983.

Especialmente el artículo “Tendencias de la novela en los últimos 30 años” de Diego Araujo S., que muestra el contexto de obras que acompañan a la novela de Barrera. El artículo de Alejandro Moreano, que consta en esta compilación, es, también, un buen texto sobre el entorno social e histórico de esa producción literaria.

Tinajero, Fernando, “Una cultura de la violencia. Cultura e ideología (1925-1960)” en Ayala, Mora, Enrique, Editor, Nueva Historia del Ecuador, Vol. 10, Quito, CEN, 1990. Y “De la violencia al desencanto” en Ayala, Mora, Enrique, Editor, Nueva Historia del Ecuador, Vol. 11, Quito, CEN, 1990.

En los dos artículos, Tinajero hace una historia espiritual y cultural del Ecuador de las primeras siete décadas del siglo XX. Sirve para mi trabajo como contexto “imaginario” de la novela de Barrera.



Textos sobre novelística latinoamericana y ecuatoriana

Adoum, Jorge Enrique, La gran literatura ecuatoriana del 30, Quito, Ed. El Conejo, 1984.

Es un estudio sobre los grandes autores del realismo social de la década del treinta, me sirve tanto por la referencia a esa tendencia que tiene la novela que estudiaré, como por los criterios de Adoum sobre la relación que existe entre la sociedad, la novela y el realismo.

Corrales, P., Manuel, Jorge Icaza: Fronteras del relato indigenista, Quito, PUCE, 1974.

Este libro me interesa para el estudio de Barrera, a más de por su posición en relación a la literatura indigenista del 30, por la referencia a “El chulla Romero y Flores”, que es un personaje muy cercano, simbólicamente, a Mama Ziola y a su mundo. Hay un paralelismo entre Romero y el primer hijo de Zoila: Ruperto. Además, la presencia de la ciudad es contrastable entre la novela de Icaza “En las calles” y la urbe de “Heredaras un mar que no conoces y lenguas que no sabes”.

Cueva, Agustín, Entre la ira y la esperanza, Quito, Campaña Eugenio Espejo, 2008.


Cueva hace una reflexión desde el marxismo sobre la matriz colonial de nuestra cultura, dedica varios acápites a la novela, al relato realista y a la vanguardia. Aunque publicado diez años antes que la novela de Barrera, es muy útil su perspectiva de los fenómenos socio-culturales de nuestro país.

Donoso Pareja, Miguel, Los grandes de la década del 30, Quito, Ed. El Conejo, 1985.

De este libro puede decirse lo mismo que se señaló sobre el texto de Adoum. Tiene, a diferencia de aquel, una perspectiva teórica general sobre el realismo y la literatura ecuatoriana de los años 30.

Lazo, Raimundo, La novela andina, México, Ed. Porrua, 1991.

Es un libro publicado en su primera edición en 1971, tiene una visión panorámica sobre la novela andina muy parecida a la que tienen Adoum o Donoso. Es útil para darle a la novela de Barrera un contexto en el subcontinente. Me interesa, sobre todo, el último capítulo que presenta una prospectiva de lo que, para 1970, era el futuro de la “novela andina”.

Perez, Galo René, Historia y Crítica de la novela hispanoamericana, Quito, CCE, 1982.

De esta Historia, me interesa sobre todo el capítulo titulado “Metamorfosis de la novela contemporánea”, en la que indaga y previene la literatura que se producirá en Latinoamérica después del indigenismo, época y contexto literario de la novela de Barrera.

Rama, Ángel, La novela en América Latina, Bogotá, Procultura, 1982.

De este libro maravilloso interesan todos los artículos, pero sobre todo dos, para mi propósito en este estudio: “Medio siglo de narrativa latinoamericana, 1922 – 1972” que presenta un contexto críticamente desplegado de la narrativa de este período que es el de Barrera, y “Los procesos de transculturación en la narrativa latinoamericana” en el que siguiendo la propuesta de Fernando Ortiz y la noción antropológica de la aculturación, muestra cómo este contacto se expresa en la novela. Esto es un tema presente en Heredarás un mar que no conoces y lenguas que no sabes.

Sacoto, Antonio, 20 años de novela ecuatoriana, Cuenca, Universidad de Cuenca, 1992.

Este libro conviene a mi trabajo porque se enfoca en el período en el que Barrera publicó sus primeras tres novelas. El estudio de Sacoto tiene un primer capítulo en el que da el contexto de la narrativa ecuatoriana del período en la matriz de la narrativa latinoamericana, y un segundo capítulo en el que, específicamente, se centra en un análisis de la novela de la década del 70, época en la que se publica Heredarás un mar que no conoces y unas lenguas que no sabes.


Sanjines, Javier, El espejismo del mestizaje, La Paz, IFEA, 2005.

Este libro trae una visión novedosa del problemas del mestizaje levantada teóricamente sobre las nociones de imaginario y orden simbólico de Lacan y construida sobre todo a partir de la crítica de las perspectivas de Alcides Arguedas y Franz Tamayo. Me será útil porque creo que en uno de los extremos de interpretación posible de la novela de Barrera se sitúa el indigenismo y el problema del mestizo.

Shaw, Donald, Nueva narrativa hispanoamericana, Madrid, Cátedra, 1992.

En este libro, Shaw, a partir de una fecha clave: 1940, hace una inquisición sobre la naturaleza de la narrativa hispanoamericana atendiendo a criterios como realismo, historia, compromiso social y fantasía. El trabajo de este autor se centra en la producción rioplatense y andina de la década de 1940 a 1950 y luego en el boom latinoamericano y los autores post-boon (Garmendia, Sarduy, Arenas, Bryce o Edwards). Barrera, a quien no menciona, estaría entre los autores de este último período. Me interesa, sobre todo, el último capítulo en el que habla de las tendencias de la nueva novela hispanoamericana.

Valencia, Leonardo, El síndrome de Falcón, Quito, Ed. Paradiso, 2008.

Este autor ve la literatura ecuatoriana desde una perspectiva irradiada, desde fuera, y expresa una crítica fuerte contra la dependencia de nuestros textos literarios de las realidades históricas y sociales del país. Desde su perspectiva, la novela de Barrera sería un ejemplo clarísimo de “El síndrome de Falcón”.


Planes de tesis... Planes... Planes...

Los planes de la tesis de maestría, como todos los planes, son apuestas inseguras sobre el futuro. La semana pasada, que no puse ningún post, me dediqué a desestructurar mi primer plan de tesis: uno que quería comparar Débora de Palacio con La casa de cartón de Adán. Descubrí al hacer el ejercicio de la bibliografía comentada, que no era lo que quería hacer, que esa perspectiva de literatura comparada, rigurosa, era muy similar al trabajo que ya hice hace 25 años para mi tesis doctoral...
Decidí, pues, cambiar de tema, buscar una obra desde la que pueda trabajar más con una perspectiva ensayística que analítica. Creo que la he encontrado, una novela que ha sido poco trabajada por la crítica y que me gusta mucho: HEREDARÁS UN MAR QUE NO CONOCES Y LENGUAS QUE NO SABES, de Alfonso Barrera V.
Sirvió el ejercicio de la bibliografía para remover certezas.

jueves, 13 de septiembre de 2012

FRONTISPICIO 2





LA ANTERIOR ENTRADA DE ESTE EJERCICIO LA PENSÉ COMO ESCRITOR, AHORA, ME PLANTEO LAS COSAS COMO LECTOR:

En la perspectiva de la Estética del Receptor, descubro una posible confluencia interesante con la noción de G. Bateson del DOBLE VÍNCULO.
Para que exista un Doble Vínculo, según este maravilloso autor, hace falta que: a) Sean al menos dos personas las que participan en una interacción comunicativa (para Bateson, toda conducta es comunicación). Una de ellas es la ‘victima’ de este tipo de comunicación. b) Que sea una experiencia repetida, en la víctima. c) Que haya un mandato primario negativo (del tipo: no hagas eso, o te castigaré). d) Que haya un segundo mandato que esté en contradicción con el anterior. e) Que un tercer mandato impida a la ‘víctima’ abandonar el campo de esa interacción comunicativa. El ejemplo clásico de esto es la paradoja de decirle a un niño que se le pega por su propio bien.
En la crítica levantada desde la Estética de la Recepción, cabe este instrumento de comprensión que nos da Bateson porque el lector, quien ocuparía el rol de ‘victima’, podría recibir, en el nivel del contenido de un texto un mandato o información y, en otro nivel, por ejemplo en el sintáctico, recibir un mandato o información contrapuesto.
Pensemos un ejemplo: Un texto que invite al lector a actuar con irrespeto de la norma, siempre lo obligará a respetar la convención de la lectura, a subordinarse a la lógica que impone el autor… Otro ejemplo sería el de las imposturas literarias: Pienso en Borges que establece con nosotros, sus lectores, el pacto de confianza que implica la lectura y, con frecuencia, lo viola al engañarnos con esa erudición inventada que acostumbra.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Frontispicio




Este ejercicio del FRONTISPICIO es, creo, muy intuitivo. En esa disposición, me siento determinado a tratar los textos más como escritor, que soy sustantivamente, que como crítico, que soy, casi, por accidente.
Me ha interesado sobre manera la distinción de Gerald Prince entre narratario, lector virtual y lector ideal. En el  trabajo de la escritura, este asunto me toca muy cerca, me genera una serie de preguntas que no me he hecho nunca: ¿para cuál lector virtual escribo?, ¿cómo sería mi lector ideal?, ¿qué marcas dispongo en mis textos para convocar un narratario determinado?
No creo que estas preguntas quepan en el trabajo de un escritor, contestarlas puede ser un ejercicio de vanidad o, por el contrario, un acto de frustración. Como mucho, creo que podría jugar con el asunto.
Mi aspiración a un lector ideal es fundamentalmente ética: quiero que mi lector, esté capacitado en lo moral, más que lo intelectual, para captar mi escritura. Interesante. Veo así que, al menos de momento, mi intensión es ética, más que emotiva o intelectiva. Quiero un lector (ideal) que sea moralmente ambiguo y que tenga un desencanto por las axiologías éticas absolutas. Para eso invento criminales deliciosos, irresistibles y repugnantes.
En cuanto al lector virtual, me lo imagino muy de refilón al escribir, pero, obviamente, es un tipo parecido a mí: ha leído mucho o espera ser un lector fuerte, no le tiene miedo al compromiso literario (es decir, no teme empezar novelas enormes, poemarios frondosos o ensayos delirantes). Es, en suma, alguien que vive para la vida sin poder extraer de la vida la literatura.
Pensar en mi narratario me asusta: ¿Qué tipo de sujeto convoco al construir oraciones largas, con subordinadas? ¿Al redactar párrafos enormes y referencias oscuras a mitologías aún mas oscuras, a que narratario prefiguro? ¿Es una especie de monstruo egoísta ese que me lee entendiendo las palabras arcaicas que uso y soportando el estilo elegiaco que me gusta últimamente?
Es mejor –por lo que puedo ver- que no me conteste estas preguntas con demasiada prolijidad. Es mejor que elija, para trabajar en esta maestría, una perspectiva teórica que no sea esta de “La estética del receptor”.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Frye y Lull

En la presentacion que hace Eagelton de la propuesta totalizadora de Frye, esa en la que desde distintos ejes se integra toda la litearura como una entidad suprasocial, encuentro una afinidad con lo que otro religioso palteó ya en la edad media (siglo XIV): Raimon Lull, o Raimundo Lilio, que diseño su Ars Magna, una especie de computadora que, a partir de distintos ejes y relaciones conceptuales demostraba la verdad cristiana a fieles e infieles...


Estos clérigos con capacidad para el dibujo son ingenuos pero interesantes...

La cita de Eagelton sobre este asunto:

"[La literatura] No se trataba, en realidad, de una colección fortuita de escritos dispersos a través de la historia: si se examina con cuidado podía verse que funcionaba aplicando ciertas leyes objetivas... Estas leyes encerraban diversas modalidades, arquetipos, mitos y géneros con los cuales se estructuran todas las obras literarias. En la raiz de toda literatura se encuentran cuatro 'categorías narrativas' -lo comico, lo romántico, lo trágico y lo irónico- ..."

A partir de esa propuesta, Frye ensaya una siere de relaciones posibles, de modalidades... Un dispositivo combinatorio, como el de Lull.

jueves, 6 de septiembre de 2012

ESTRUCTURALISMO Y COLONIALISMO

Hacia el final del capítulo de Eagelton dedicado al estructuralismo, este autor afirma:

"El estructuralismo ha funcionado como una especie de esquema de ayuda para las naciones intelectualmente subdesarrolladas, al proporcionarles equipo pesado con el que quizá puedean revivir una atribulada insdutria nacional".

Con "atribulada insdutria nacional" se refiere a la producción académica y nos habla de lo que podríamos denominar una muestra intensa de colonialismo eurocéntrico.

Eso, en Ecuador, se dio de manera parcial: Es interesante señalar que, a pesar del peso teórico y hasta estético del estructuralimo de Levi - Strauss, esté no se instauró en la Escuela de Antropología de la PUCE, único centro de estudios de esa disciplina. En Antropología estudiábamos todas las teorías pero, al momento de asumir una para nuestra interpretación del mundo -nuestro trabajo de campo- nos íbamos por las propuestas de los marxistas como Godelier o Melliasoux y de los representantes del Indigenismo mexicano y sudamericano.

En la escuela de Literatura paso algo distinto: Algunos trabajos fueron fuertemente influidos por el análisis estructural de los relatos (sobre todo el de la Revista Comunicaciónes N° 8). Pero ya en nuestros trabajos de titulación, fue un marxista próximo al estructuralismo el que nos iluminó el camino: Goldman.

Quizá por lo tardío de su llegada a nuestro país, aquí el estructuralismo no tuvo ese peso colonial del que habla Eagelton.

De todas formas, para mí, la obra de Claude Levi-Strauss es una de las cumbres de la creación verbal humana, es una catedral. De sus libros, el que más me gusta es TRISTES TRÓPICOS, el registro de su trabajo de campo antropológico en la amazonía brasileña en los años 30 del siglo pasado, es una obra que se lee como una novela.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Lotman y la sistémica

En la presentación que hace Eagelton de Lotman me he percatado de lo próximo que esta el planteamiento de este último a la Teoría Sistémica desarrollada por autores como el biólogo Von Bertalanffy o el antropólogo G. Bateson.
La sistémica se diferencia del estructuralismo mientras el estructuralismo busca unas estructuras subyacentes, la  teoría sistémica es básicamente relacional: pretende determinar las relaciones que se establecen entre los componentes de un objeto de estudio. La sistémica, como Lotman, reconocen que un componente puede estar articulado a distintos sistemas, en el caso del poema, una palabra puede participar de un sistema fónico (al rimar) y de un eje semántico, por la vinculación a otras palabras que, en el poema, tienen significados parecidos o asociados.
Es más, los sistemas siempre se reconocen abiertos, enclavados en otros sistemas mas amplios con los que se vincula en imputs y outputs de información (en el caso de los sistemas culturales), lo que también lo reconoce Lotman que considera que las obras de arte están abiertas a la sociedad en a que toman su sentido.

martes, 4 de septiembre de 2012

ANTIHUMANISMOS y ALIENS

Dice Eagelton de la propuesta global de Frye: "En un sentido es antihumanista pues resta importancia al sujeto individual humano y centra todo en el sistema literario...". Este antinumanismo de Frye me ha recordado otro pensamiento igual de totalizante, el que se concreta en las cuatro MITOLOGICAS de Claude Levi Strauss: De la miel a las cenizas, El origen de las maneras de mesa, Lo crudo y lo cocido y El hombre desnudo. Son construcciones abstratas ajenas a la sociedad, elevadísimas, capaces, más que de contener al mundo, de ser el mundo. Son, a más de obras teóricas, catedrales de pensamiento. En últimas, son elaboraciones estéticas que perviven a las pretenciones científicas de sus constructores. Me recuerdan a Borges, que también inventó universos.
En esa medida, esos intentos antihunaistas -de Frye y de Levi Strauss- se vuelven intensamente humanos: son altas expresiones de la imaginación del ser humano.

(Podríamos inventar una novela en la que unos alienígenas descubren -milenos despues del fin de nuestro mundo- Ficciones, Las mitológicas o La anatomía dela crítica y, poderosos como son siempre los extraterrestres, recrean un mundo siguiendo las pautas de esas poderosas imaginaciones...)

lunes, 3 de septiembre de 2012

ESTRUCTURALISMO Y SEMIÓTICA DE LA CULTURA

Dice Selden, luegho de exponer la naturaleza del doble eje sintagmático y paradigmático propuesto por los estructuralistas: "Jakobson sugiere que el comportamiento normal del habla tiende también hacia uno u otro extremo, y que el estilo literario se expre4sa como una tendencia hacia lo metafórico o hacia lo metonímico". Me parece interesante el vínculo que aquí cabe hacer con la propuesta de Yuri Lotman, en su Semiótica de la cultura, sobre la existencia de cultura enteras que tiene un énfasis metafórico; Las sociedades profundamente simbólicas, como las estudiadas por Mircea Eliade y denominadas SAGRADAS, en las que todo lo humanos es remitido a una serie de símbolos fundamentales; y las sociedades metonímicas, PROFANAS en términos de ELiade, en las que, desaparecida la vinculación a simbolos fundamentales, asumen sus componentes (sociales, políticos o artísticos) como realidadesd que se articulan en un nivel plano de proximidad. Nuestra sociedad de consumo es muestra de esto último: compramos nuevos bienes no porque significan algo sino porque se añaden a los que ya tenemos.
Textos de Lotman, aquí.
Textos de Eliade, aquí.

ANTIHUMANISMOS

En la presentación de Selden del ESTRUCTURALISMO, me ha gustado su inicial planteamiento de que es ANTIHUMANISTA. Lo es en verdad, da preeminencia a las estructuras por sobre la acción humana, nuestra libertad estaría pautada por esas estructuras que nos enclaustran... Me ha hecho recordar el debate del Marxismo humanista (en el que el movimiento de la historia depende de la lucha de los humanos: Hobsbawm, p.e.) y el marxismo no humanista en el que el cambio social depende de la evolución de la fuerzas que superan lo humano y de sus estructuras (Althusser y Balibar, p.e.). Me gusta más el marxismo humanista, siguiendo el otro se puede terminar como Althusser (pobre, pienso en él con tristeza y con piedad).
En todo caso, en el fondo del estructuralismo hay una luz para lo humano: al cabo que Levi Strauss termina por afirmar que la estructura subyacente más profunda es la de la mente humana que todos los hombres y mujeres compartimos, de ahí su planteamiento de que de su estudia ha de hacerse cargo no una antropología, sino una ENTROPOLOGIA que de cuenta de la inmensa variedad de expresiones de esa naturaleza humana primordial.
De Hobsbawm recomiendo sus libros Rebeldes Primitivos y Bandidos, que son divertidísimos.

Y el texto básico del análisis de los relatos de Barthes